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EL BAILE DE LUIS ALONSO


Sainete Lírico en un acto, dividido en tres cuadros, en verso. Texto original de JAVIER DE BURGOS. Música de GERÓNIMO GIMÉNEZ.Estrenada el 27 de febrero de 1896 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
El sainete EL BAILE DE LUIS ALONSO o “El mundo comedia es” se estrenó, en la segunda sección de las cuatro que cada noche tenían los teatros de género chico, el 27 de febrero de 1896. Siguiendo a Juan Arnau sabemos que en la noche del 14 de diciembre de 1889 se estrenó en el Teatro Español, un breve sainete de Javier de Burgos con el titulo doble de EL MUNDO COMEDIA ES o EL BAILE DE LUIS ALONSO. El estreno se hizo con sencillez y sin ninguna intención de gran éxito, pues el sainete era un simple fin de fiesta después de la obra importante, un drama de Don José Echegaray titulado LO SUBLIME EN LO VULGAR. Pero la pequeña obra de Javier de Burgos destacó por la pintura de tipos populares y el acierto del lenguaje. La crítica se hizo eco del éxito, y se dijo que aquel cuadro popular estaba rebosando color, exactitud y movimiento. Antonio Vico, director de la Compañía del Español, se lucía recitando los grandielocuentes versos de Echegaray. Pero Julián Romea triunfó después, dando veracidad y comicidad especial al papel de Luis Alonso. No en vano Javier de Burgos, gaditano cien por cien, se había inspirado en un tipo real, un profesor de baile de raza gaditana que existió en Cádiz hacia 1840. Bastante tiempo después, Julián Romea había dejado la comedia por el género chico y dirigía una compañía en el Teatro de la Zarzuela. En 1896, el maestro Giménez le ofreció una obra particular: había puesto música al sainete de Javier de Burgos sin cambiar nada del libro. Sólo había pedido al comediógrafo algunos versos añadidos que vinieran bien para la música. Ya en el sainete original se tarareaban algunos temas de baile, pero de lo que se trataba ahora era de lograr un verdadero sainete lírico, con ocasiones propicias para la garbosa música de Giménez. Con el mismo doble título, EL BAILE DE LUIS ALONSO se estrenó en una función extraordinaria organizada por la Asociación de la Prensa de Madrid. El éxito fue enorme, y la interpretación cantada superó si cabe a la del estreno recitado siete años antes (Por cierto que en la página de cantables de Pepi se encuentra el sainete completo, no sólo los cantables, echarle un vistazo ¡es una joya!).
En las escenas primeras conocemos a María Jesús, que arregla el ambigú y prepara el lugar para las lecciones de baile, y al marqués, que es un viejo verde, en busca de ocasión. También a Doña Manuela, con sus hijas Moma y Quica, que van buscando novio, auxiliadas por su madre. En el primer número musical aparece Luis Alonso. Es curioso recordar la acotación de Javier de Burgos “Este personaje representa de cincuenta a cincuenta y seis años; viste de chaqueta, sombrero de copa de ala estrecha, zapatos de orillo, y habla un tanto amanerado sin caer en la afeminación”. Luis Alonso saluda muy fino a Doña Manuela: “Mi señora intendenta” y a los demás, que proclaman la fama del personaje como profesor de baile. No tarda Luis Alonso en demostrar sus conocimientos de todas las variedades de danza “Es el vasto repertorio de los bailes de salón…..Luego der Congo se trasplantó…Ahora coreado el schottisch verá”. Tinoco es un guitarrista, aficionado al vino, blanco o tinto, y aficionado también a María Jesús, la mujer de Luis Alonso. La corteja y hasta llega a regalarle unos zarcillos, que ha sustraído a Juana, su mujer legítima y hembra bravía. Entre Tinoco y María Jesús se desarrolla un dúo “¡Ay! Comarita de mi vía, capullo de Jericó….Compare cierre usté er pico” en el que el guitarrista declara su pasión y María Jesús trata de resistir sin armar escándalo. En el cuadro, después del famoso intermedio y de la canción de Juana “Ay malhaya la presona que se fía de un gachó”, vemos a los alumnos bailando una brillante polka “Bailar al fin podemos ya, con expansión y libertad”. Reina la alegría, hasta que llega Sánchez, el zapatero de Doña Manuela, reclamando todo lo que se le debe y no tarda mucho en aparecer Juana, “¡Ya estoy dentro! ¡La Tinoca!”, que se ha enterado del asunto de los zarcillos y del cortejo. Viene dispuesta a castigar a su marido y a dejar en evidencia a los dueños de la casa, que permiten tantas aventurillas. Tinoco logra escapar de su mujer envolviéndose en la capa del marqués, pero así recibe una paliza del novio de la cigarrera a la que persigue el viejo verde, y que le confunde con él. El escándalo es impresionante. Luis Alonso repite, como siempre, su frase “el mundo comedia es” y al enterarse del cortejo de Tinoco, afirma: “Mi honor está por encima del honor de Carlos Quinto”. Llega un sereno y la emprende a palos con todos. Así termina el sainete.
La crítica fue más que entusiasta; “El Liberal” afirmaba que “para Romea se escribió el Luis Alonso”, “El Imparcial” decía que “la música puesta por el compositor gaditano al sainete de su coterráneo es una verdadera delicia, por su carácter, por su gracejo y por su sobriedad” y “Blanco y Negro” destacaba el papel de Lucrecia Arana que “ha puesto toda su conciencia en la Tinoca. Y de un modesto embolado que hubiera sido en otras manos, en las de ellas ha adquirido el relieve de un primer papel”.
El compositor Gerónimo Giménez (grafía de la que él gustaba) nació en Sevilla el 10 de octubre de 1852 y murió en Madrid el 19 de febrero de 1923. La fecha, y aun el lugar, de nacimiento no están exentos de polémica, yo cito los datos del Diccionario de la Zarzuela, contrastados según ellos con la partida de bautismo, pero en la Historia de la Zarzuela de Arnau se cita el año de 1854 y se hace eco de que en algunos lugares figura como gaditano y nacido en 1858 y tanto en "El libro de la Zarzuela" como en la Enciclopedia Espasa figuran el 10 de octubre de 1854 como fecha de nacimiento. En su niñez se traslada su familia a Cádiz, en donde 1864 ingresa como primer violín en la orquesta del Teatro Principal y en 1866 debuta como director de orquesta. Desde 1874 hasta 1877 está en París estudiando en su Conservatorio donde se relaciona con Sarasate, Chabrier, Lalo, Saint Saens y Debussy al que venció en premio de piano. De vuelta a España, primero en Cádiz y luego en Madrid gana gran prestigio como Director de Orquesta, contribuyendo además a la difusión de la música. Fue Director de Orquesta del Teatro Apolo, del de la Zarzuela, de la Unión Musical Española y de Sociedad Madrileña de Conciertos. Como compositor estrenó ingente cantidad de zarzuelas, la mayoría de ellas, como es habitual en el género, sobre libretos de poca calidad. En ellas destaca su españolismo, pese a su formación parcialmente francesa, y su gracia (fue llamado por Vives el "músico del garbo" y por otros considerado como el antecedente de Falla, así como LA TEMPRANICA precursora de LA VIDA BREVE) y desde la primera EL VERMOUTH DE NICOMEDES (1885) destacaré, sólo por señalar las que me consta que han tenido trascendencia fonográfica, las siguientes: LOS VOLUNTARIOS (1893 y cuyo pasodoble fue exaltado por el espíritu popular a la categoría de himno nacional, como antes había ocurrido con el "Viva España" de Chueca, todo ello según Arnau), EL BAILE DE LUIS ALONSO (1896), LA BODA DE LUIS ALONSO (1897), LOS BORRACHOS (1899), LA TEMPRANICA (1900), EL BARBERO DE SEVILLA (1901, con Miguel Nieto), ENSEÑANZA LIBRE (1901), LA TORRE DEL ORO (1902), EL HÚSAR DE LA GUARDIA (1904 con Amadeo Vives), LA GATITA BLANCA (1905 también con Vives), CINEMATÓGRAFO NACIONAL (1907), EL PATINILLO (1909) y SOLEARES (1919). Desde entonces se produjo su dramático declive, no pudiendo ni siquiera conseguir, como pretendió, una cátedra en el Conservatorio de Madrid, muriendo en la más absoluta pobreza.
Cuenta “El Libro de la Zarzuela” que aunque estrenada con anterioridad a LA BODA DE LUIS ALONSO, la acción, situada en el Cádiz de 1840, ofrece una situación posterior en la vida del matrimonio protagonista. Por la vivienda y a la vez academia del famoso profesor de danza Luis Alonso desfilan personas de todas las clases sociales de Cádiz, para aprender el arte del baile. De vez en cuando, el maestro organiza una fiesta en su salón para sus amigos y discípulos, que incluye un banquete y una danza general. La mujer de Luis Alonso, María Jesús, ayuda en todo a su marido. Ambos cuentan con el concurso de Tinoco, guitarrista de la academia, quien ameniza las fiestas con su música. Tinoco está enamorado de María Jesús, y aunque ella no le presta atención acepta del guitarrista unos magníficos zarcillos como regalo. Cada personaje de los que acuden al baile trae consigo una aventura, un problema personal, una tragedia. Mas todo el mundo intenta disimular sus secretos y fingir lo que no es. Así por la casa de Luis Alonso desfilan un marqués viejo pero aficionado aun a las mozas, una viuda interesada en colocar a sus hijas para salvarse de las deudas, la mujer de Tinoco, Juana, que sospecha que su marido quiere engañarla y que busca sus zarcillos…los mismos que el guitarrista regaló a María Jesús. En plena fiesta ser descubren las interioridades de cada uno, incluidas las de Luis Alonso, quien se creía libre de toda culpa. Todo ello causa un gran revuelo y proporciona un fondo moral aleccionador amable y divertido.
EL BAILE DE LUIS ALONSO se inicia con un preludio en el que aparece un ritmo de polka, y después de unos acordes de interrupción, una especie de vals. “Mi señora intendenta” es la primera pieza de esta obra en la que intervienen Luis Alonso, María Jesús, Doña Manuela y sus dos hijas. Se prepara una escena de baile que nos presenta en la orquesta los ritmos de minueto, varsoviana, schottisch, lanceros y bolero “vasto repertorio de los bailes de salón” como dice el propio protagonista. Giménez escribe pequeñas obras maestras de la elegancia y el buen gusto orquestal. Un dúo entre María Jesús y Tinoco: “Comarita de mi vía”, nos conduce después a otro intermedio para la orquesta menos conocido que el de su obra gemela LA BODA DE LUIS ALONSO, pero también bastante divulgado por las orquestas españolas. El oboe lleva en algún momento la parte protagonista de la melodía. Al fondo se oye el sonido de las castañuelas, pero la instrumentación va presentando diferentes voces: comentarios del fagot, tintineo del triángulo, frases serias del metal, trinos del flautín etc. La “Canción de la gitana”, cantada por Juana con vocalizaciones a la flamenca, sigue al intermedio, y a continuación Luis Alonso aparece para cantar una brillante polka tan inspirada como cualquiera de las de Johann Strauss II. El coro se suma a la pieza, comentando las excelencias de la academia de Luis Alonso. Un concertante en el que reside el nudo de la sencilla acción de este sainete lírico se desarrolla con todos los personajes y el coro con ideas musicales en las que se percibe todavía la influencia de Rossini. Unos brevísimos compases concluyen la obra.
Acto único: 1: Preludio. 2: Lección de baile “Mi señora intendenta….Luego der Congo se trasplantó……Ahora coreado el schottisch verá”. 3. Dúo “Comarita de mi vía”. 4. Intermedio. 5. Canción de la gitana “Ay malhaya la presona que se fía de un gachó”. 6. Polka “Bailar al fin podemos ya con expansión”. 7. Concertante “¡Ya estoy dentro! ¡La Tinoca!
María Jesús: Mujer de Luis Alonso. Soprano o mezzosoprano.
Juana: Gitana, mujer de Tinoco, en busca de sus zarcillos. Soprano o mezzosoprano.
Doña Manuela: Mujer del Intendente que trata de casar a sus hijas. Soprano
Luis Alonso: Maestro de baile. Tenor.
Tinoco: Guitarrista de la academia que le tira los tejos a María Jesús. Tenor cómico.

INTERMEDIO



CANCION DE LA GITANA/NATELA NICOLI

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