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"LA LEYENDA DEL BESO" ZARZUELA COMPLETA


Música: Reveriano Soutullo y Juan Vert
Letra: Enrique Reoyo, Antonio Paso Díaz y José Silva
Estrenada el 2 de enero de 1924 en el Teatro Apolo de Madrid.
Escenas: Acto I:
01.- Preludio - 3' 31"
02.- Iván y coro de gitanos “Cantando amarguras” - 3' 21"
03.- Mario y coro de monteros “¡Que viva Mario!” - 2' 47"
04.- Escena sobre música, coro de gitanos y canción de Amapola “Cantando amarguras” - 8' 08"
05.- Dúo de Amapola e Iván “Amor mi raza sabe conquistar” - 6' 06"
06.- Hablado sobre música y mutación - 0' 42"
07.- Serenata y romanza de Mario “Seguidme troveros... Oye, hermosa prisionera” - 4' 10"
08.- Dúo de Amapola y Mario (Primera parte) “¡Gran Dios, es la gitana!” - 5' 34"
09.- Recitado de Ulita sobre música “¡No la beses!” - 2' 21"
10.- Dúo de Amapola y Mario (Segunda parte) “Ven a mí, ven, sultana” - 2' 32"

Acto II:
11.- Coro de gitanos y Romanza de Iván “Quien trabaja cantando... Hecho de un rayo de luna” - 4' 05"
12.- Fox-trot con Gorón, Coral y coro de gitanas “Se pone el cuerpo así” - 3' 34"
13.- La buenaventura “Lucero de Oriente” - 2' 31"
14.- Escena y zambra “Tiene el son de mi cantar” - 7' 29"
15.- Escena “Hay en las notas de tu canción” - 1' 14"
16.- Brindis de Mario “Oh, licor” - 2' 00"
17.- Escena final del Acto II “Ruge dentro de mi pecho” - 3' 12"

Acto III:
18.- Intermedio - 5' 37"
19.- Dúo de Amapola y Mario y escena final “¿Vendrás, mujer?” - 6' 20"

ARGUMENTO

La escena representa el parque de un señorial castillo en tierras castellanas. Antes de alzarse el telón se escucha una canción cíngara en la que el cantor expresa amarguras de un constante caminar que alegra solo el amor de la mujer querida. Hacen su entrada en escena Mario -señorito de la heredad- y sus amigos con los que regresa de una cacería para celebrar su próxima boda. Se disponen a comer cuando aparece Juan, el guarda del castillo, quien explica a Mario que una tribu de gitanos ha pedido permiso para acampar en las tierras, de la propiedad. Añade que hace veinte años, cuando esta misma tribu pasó por el lugar, el padre del señorito Mario les dio permiso para pernoctar en sus campos. Tras del guarda han llegado algunos de los gitanos para pedir personalmente permiso. 

Entre ellos va Amapola, joven y hermosa gitana de la que esta enamorado Iván, perteneciente a la caravana nómada y cuya madre murió en las tierras del padre de Mario durante la acampada de veinte años atrás. Alesko, jefe de la tribu, accede y Mario les hace pasar al interior de la casa, pero reteniendo en conversación a Amapola, a quien alaba su hermosura y corteja. La escena es vista por Iván, que aparta a la joven de Mario. Pocos instantes después se oye la voz de Amapola pidiendo socorro.  Cuando recobra el sentido, Mario le declara su pasión, queriendo besarla. Aparece la madre Ulita, hechicera de la tribu, quien detiene a Mario diciéndole que si besa a Amapola encontrara la muerte. Le relata una leyenda que habla de la hermosura que tuvo la madre de Amapola, la cual requerida por un noble renegó de su raza. Marchitada aquella belleza, fue humillada por el hombre que adoró, del que tuvo una hija, Amapola, y con la que, a punto de morir, volvió con los suyos, antes de expirar juró velar por su hija poniendo la muerte en sus labios. Mario no hace caso de la leyenda y pretende besar los labios de Amapola, pero madre Ulita arranca a ésta de los brazos de Mario.

El segundo acto nos muestra el campamento de los gitanos. Se hacen los preparativos para la fiesta, a la que Iván dice no querer asistir. Madre Ulita le hace observar que la pasión del conde por Amapola será cosa pasajera. Después de leídas las buenaventuras, los amigos del conde visitan el campamento, quedando aquél rezagado. A solas se encuentra con Amapola. Le propone abandonar a Iván -al que ella teme, pero no ama- y reunirse por la noche en el castillo. Ella asiente y se separan sigilosamente. Empieza la fiesta, en la que Amapola canta y baila una zambra. Iván es calmado en sus celos por madre Ulita. Formula un brindis el conde y ofrece su copa a Amapola para que beba en ella, pero Iván no puede contenerse más y le arrebata la copa, pero una vez más la madre Ulita y Alesko piden disculpas a Mario. En el cuadro siguiente transcurre en el mismo pasaje del primer acto. Es de noche, Mario está atormentado por la duda de si Amapola acudirá o no a su cita. Se siente profundamente enamorado de la joven gitana. Amapola aparece y dice querer a Mario con el temor de perderle. Un dúo de amplia pasión, durante el cual Mario besa a Amapola, es truncado bruscamente por la aparición de Iván en actitud amenazadora. Se interpone madre Ulita que reprocha a Amapola la traición a su raza. La joven comprende la locura que iba a hacer; recuerda el engaño de que fue víctima su madre y parte con los suyos en inacabable camino «que será ahora más triste, porque he visto el amor». Mario la ve marchar, muerta su ilusión de amor.

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